ART BRUT

Brut de Raquel Carrero

En el mundo del arte, estamos acostumbrados a pensar en obras creadas por artistas con formación académica o reconocimiento institucional. Sin embargo, existe un tipo de arte que escapa a estas convenciones: el Art Brut, un término que literalmente significa “arte bruto” o “arte en bruto”. Fue acuñado por el artista francés Jean Dubuffet en 1945 para referirse al arte que proviene de personas sin formación artística formal, que crean desde su intuición, sin preocuparse por las reglas o los cánones tradicionales.

El origen del Art Brut

Dubuffet buscaba obras que estuvieran fuera del sistema del arte comercial y académico. Descubrió que muchas de las creaciones más poderosas y auténticas provenían de personas que vivían al margen de la sociedad: pacientes psiquiátricos, personas con discapacidades mentales o individuos que simplemente no seguían los caminos convencionales. Para Dubuffet, el valor del Art Brut radicaba en su pureza y en la capacidad de estas personas para crear de manera libre, sin influencias externas. Era un arte impulsado únicamente por la necesidad de expresarse, sin intención de ser exhibido o vendido.

Características del Art Brut

• Espontaneidad: El proceso creativo es impulsivo y directo, sin preparativos o planificación previa.

• Autenticidad: Las obras suelen expresar emociones y pensamientos personales de manera pura, sin filtros culturales ni sociales.

• Originalidad: Los artistas de Art Brut no siguen corrientes artísticas ni modas. Su obra es única porque proviene de experiencias personales irrepetibles.

• Materiales no convencionales: A menudo, estos artistas usan materiales cotidianos o encontrados, lo que refuerza el carácter crudo y visceral de sus creaciones.

En el mundo del arte, estamos acostumbrados a pensar en obras creadas por artistas con formación académica o reconocimiento institucional. Sin embargo, existe un tipo de arte que escapa a estas convenciones: el Art Brut, un término que literalmente significa “arte bruto” o “arte en bruto”. Fue acuñado por el artista francés Jean Dubuffet en 1945 para referirse al arte que proviene de personas sin formación artística formal, que crean desde su intuición, sin preocuparse por las reglas o los cánones tradicionales.

Dubuffet buscaba obras que estuvieran fuera del sistema del arte comercial y académico. Descubrió que muchas de las creaciones más poderosas y auténticas provenían de personas que vivían al margen de la sociedad: pacientes psiquiátricos, personas con discapacidades mentales o individuos que simplemente no seguían los caminos convencionales. Para Dubuffet, el valor del Art Brut radicaba en su pureza y en la capacidad de estas personas para crear de manera libre, sin influencias externas. Era un arte impulsado únicamente por la necesidad de expresarse, sin intención de ser exhibido o vendido.

Algunos ejemplos de creadores de Art Brut son Adolf Wölfli, un paciente de un hospital psiquiátrico cuya obra se caracteriza por ser inmensamente detallada y simbólica, y Aloïse Corbaz, cuyas coloridas pinturas y dibujos surgieron en un sanatorio donde vivía aislada.

Adolf Wölfli (1864-1930)

Adolf Wölfli fue un paciente psiquiátrico suizo, ingresado en el Hospital Waldau en Berna, donde pasó gran parte de su vida debido a una esquizofrenia severa. Durante su internamiento, comenzó a crear una vasta obra que incluye dibujos intrincados, escritos y partituras musicales. Sus creaciones están cargadas de simbolismo, complejidad y detalles minuciosos. Wölfli construyó un mundo imaginario a través de sus trabajos, creando una narrativa autobiográfica ficticia que refleja tanto su sufrimiento como su necesidad de escape. Es considerado uno de los más importantes exponentes del Art Brut.

Aloïse Corbaz (1886-1964)

Aloïse Corbaz fue una artista suiza que, tras ser diagnosticada con esquizofrenia, pasó muchos años en un sanatorio psiquiátrico. A pesar de su aislamiento, desarrolló un estilo propio de arte a través de coloridos dibujos y pinturas. Su obra está dominada por imágenes femeninas, flores y escenas románticas, a menudo inspiradas por una idealización del amor y figuras históricas, como Napoleón y Josefina. Su trabajo fue descubierto por Jean Dubuffet, quien lo reconoció como un ejemplo puro del Art Brut por su carácter emocional y espontáneo, alejado de cualquier influencia artística académica.